Si alguno de nosotros fuera al médico y le explicara su día a día, estoy segura de que el diagnóstico sería “Carnavalitis crónica aguda”. Los síntomas son muy claros, y fácilmente reconocibles. Vamos a enumerarlos:
1. Nuestro despertador es una copla de carnaval. Todos usamos algún pasodoble, presentación, estribillo o popurrí para tener un buen despertar.
2. Nuestro tono de llamada es carnavalero. Ya sea una copla de carnaval, una guitarra tocando un pasodoble o un grupo o cantante famoso versionando un pasodoble.
3. Nuestra Iglesia se llama Youtube. Ahí acudimos para reescuchar y ver nuestras agrupaciones favoritas, descubrir carnaval antiguo y sentirnos dentro del Falla, por muy lejos que estemos.
4. La Meca del carnavalero es la Caleta. No hay un solo carnavalero que no piense en la Caleta como un paraíso terrenal. Todos intentamos visitarla, al menos, una vez en la vida.
5. Intentamos convertir a los seres humanos comunes en carnavaleros. Todos tenemos algún amigo o amiga “no carnavalero” al que de tanto ponerle y cantarle coplillas hemos convertido a nuestra religión.
6. El mes de concurso, si salimos, es con una radio en el bolsillo. Es inevitable salir y escuchar al cabeza de serie de ese día, aunque sea a través de un móvil, una radio o un mp3.
7. Cualquier tema de conversación lo relacionamos con el carnaval. Sí hablamos de fútbol, nos acordamos de “Los Bordes del Área” o de “Los Hinchapelotas”. Sí lo hacemos del gobierno, de “Esto conmigo no pasaba”, “Vota P.I.C.H.A” o “El G15”.Ya sea de medicina, de la Casa Real, de deporte o cualquier conversación sobre cosas sin trascendencia, nosotros encontramos un símil con el carnaval.
8. En el coche se escucha carnaval. Ni radio con Kiss FM o Europa FM, cantautores o grupos famosos. En el coche se escucha carnaval, y a pleno volumen, para poder cantar sin miedo a que te escuchen.
9. En las redes sociales, hacemos amistades gracias a esta afición. Todos hemos conocido a través de Twitter, Facebook, Tuenti… a gente que, hayamos conocido ya personalmente o no, se han convertido en amigos, con los que hablamos a diario, nos preocupamos por ellos y creamos vínculos personales.
10. El carnaval dura 365 días (366 los años bisiestos). ¿Cuántas veces te han dicho “quill@, ¡qué jartible eres con el carnaval, que eso es na más en febrero!”? ¿Y cuántas veces has contestado tú “¡porque todo el año es carnaval!” cantándolo con la melodía del anuncio de carnaval de Canal Sur?
Así que, señores y señoras, si padecéis todos o la mayoría de estos síntomas, lo siento pero tenéis esa enfermedad que cada día se extiende más y se llama Carnavalitis. ¿Tendrá cura? Espero que no.
Sí queréis añadir algún síntoma más, os animo a hacerlo vía Twitter usando el hastag “#CarnavalitisAguda”.
Hasta la semana que viene ;)
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