Hoy toca dar un paso atrás en mis palabras por @alvaromera93

Así comenzaba un pasodoble de "Araka la Kana" en el que su autor, fiel al dicho de “rectificar es de sabios y de Juan Carlos Aragón”, corregía lo dicho en años anteriores y, a su manera, pedía disculpas por los errores que había cometido en sus letras, en este caso concretamente, denunciaba que en el comienzo de su carrera como chirigotero, le cantó diversas veces a la droga y al “camino de la felicidad” a la que supuestamente conducía.

Así que si Juan Carlos lo hace, ¿por qué yo no?

Les cuento. Cuando no hacía ni dos semanas que había empezado a escribir en este blog saltó una de esas noticias que nada más leerlas te hacen poner cara de Clint Eastwood mirando al sol. Para el que no lo recuerde, se había organizado un crucero de carnaval. Esto hizo que surgieran diversas discrepancias en torno al tema. Independientemente de lo que pensase el resto de la opinión pública, yo personalmente en su momento critiqué esta iniciativa desde este mismo blog (crítica por la cual recibí más de un palo, todo hay que decirlo), por la sencilla razón de que rechazaba la idea de que se intentara exprimir de esta forma a la fiesta para sacar aun más dinero.

Ahora, casi dos meses después de aquello y tras ser partícipes de un nuevo capítulo del loco carnaval actual encarnado en la figura del espectáculo conjunto de Ladrones y Trovadores, me asalta una duda. Esta duda realmente lleva rondando en mi cabeza desde antes incluso de la aparición de dicho crucero (tras ese artículo además el propio promotor del evento me abrió los ojos cuando me expuso las razones de la creación del mismo), pero es ahora, con un curioso dato que ahora comentaré, cuando de verdad he visto que es necesario que la exponga a ver si soy yo el único loco que piensa así o si hay alguien más de acuerdo.

La pregunta es: ¿Y si no está tan mal? Me explico. En estos tiempos de crisis, sobretodo en Cádiz (no me voy a poner a hablar de economía pero los hechos los conocemos todos, en fin) la gente lo está pasando mal. Y aquí es donde entra el Carnaval, ¿qué habría de malo en que un miembro de una de estas familias se valiera de una habilidad innata y qué genera tanta repercusión para llevarse un “pellizquito” con el que ayudar a aflojarse un poco el cinturón a los suyos?

Quiero incidir sobre todo en el caso del espectáculo de Juan Carlos y Carapapas, dejando a un lado la “faena” ya comentada de estrenar el día del comienzo del COAC y todo esto, hay que decir que esta gente han llenado tres días seguidos un teatro en Alcalá de 1000 personas. Echen cuentas si cada entrada cuesta 18 euros.

Si no tienen a mano una calculadora ya hago yo las cuentas, alrededor de 50000 euros de taquilla en sólo un fin de semana. Sé que este es un ejemplo desproporcionado pero pensad en las familias de esos autores, integrantes, artesanos y todo aquel que colabore con las agrupaciones y que finalmente va a obtener un beneficio. ¿Quiénes somos nosotros para criticar que una serie de gente que lo que están haciendo al fin y al cabo es CANTAR, no están subiendo impuestos ni robando cobre, puedan con esto mejorar sus situaciones económicas? (las cuales evidentemente no conozco pero imagino que ninguno es ningún magnate).

Hace unos meses hubiera dicho lo que todos, que el carnaval NO está para ganar dinero. Y de hecho, no lo está. Pero los tiempos han cambiado, y con ellos el carnaval. Y si este ha sido siempre tan solidario y siempre ha ayudado al que lo necesitase de fuera de los agrupaciones, ahora toca echarle una mano a los propios integrantes, los cuales estoy seguro que ninguno tiene un yate y posiblemente la mayoría de ellos ni siquiera tengan trabajo y el carnaval le da un pequeño (o gran) empujón para salir adelante.

Esta es mi opinión, a alguno le parecerá una locura, a otros imagino que no. Creo que es necesaria una reflexión profunda general acerca de este tema. Concluyo con lo dicho anteriormente, el carnaval no está para generar dinero, pero, si lo estuviera, no somos nadie para impedirlo.