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| Los Caperucitos enrollaos /galeon.com |
Con la autoría de Salvador Fernández Júlbez, y la música y dirección de Macario Blanco, los chirigoteros José Bolaños (caja), Antonio Martín (bombo), Antonio Calvo (guitarra), Enrique Luque, José Pérez, Joaquín Figueras, Francisco Sánchez, Juan Gómez, Francisco Cabrera y José Antonio Arce, todos trabajadores de Astilleros, menos uno, que era sepulturero, se encerraron en los locales de la Asociación de Cabezas de Familia en la barriada pesquera de Elcano, los Bermejales, desde el cinco de octubre de 1981 para poner a punto un repertorio dispuestos a hacer un gran papel en el concurso del 82 y que la chirigota no pasara desapercibida. ¿Su tipo? Ocho caperucitas caracterizadas con una caperucha roja, un lobo y una abuela. Algo muy sencillo, pero muy logrado. La chirigota fue a Cádiz con algo clásico, con músicas y letras de siempre, sin ninguna innovación.
1982 fue el año de "Chochitos y Cotufas", "Los Naranjitos", Los taberneros del Puerto", "Viva la Pepa", "Rancho Grande", "Los pimpis de Cádiz", "Voces Negras", "Los Califas" o "Claveles", y allí que se fueron estos sevillanos sin nada que perder y mucho que ganar. "Estamos ilusionados, con ganas de dejar un buen sabor de boca en Cádiz, con el deseo de que al terminar la actuación digan "por aquí ha pasado una chirigota". Nuestra obsesión es participar, divertir, divertirnos y aprender, ganar experiencia. (...) El mejor premio será actuar en el Falla", así se manifestaba el autor de la chirigota, Salvador Fernández, en las páginas del ABC de Sevilla los días previos a su actuación.
El concurso de aquel año comenzó el 12 de febrero y se desarrolló hasta el 18, sólo seis días, algo impensable hoy en día en día. Las agrupaciones cantaban dos veces, y las mejores accedían a la final. A "Los Caperucitos enrollaos" les tocó cantar el primer día de concurso. Junto a ellos, también actuaron ese día el cuarteto del Peña, "Los Naranjitos" o "Los Pimpis de Cádiz". Después volvieron a cantar el día 15 y por la reacción del público al grito de "¡Qué bonito, qué bonito!" se vieron en la final (cosa que no se produjo al final). Estos gritos de júbilo hicieron que muchos de sus componentes lloraran sobre las tablas del Falla y que fuera esa la gran recompensa a tantos meses de trabajo. Ah, y la calle, donde cantaron sábado y domingo de carnaval y el fin de semana de Piñata.
Varios días después del final del concurso, y ya en frío, el autor volvía a ser entrevistado para valorar la participación de los caperucitos en el Falla y hablaba así: "Ha gustado mucho en Cádiz. Parecía que éramos de allí, el corte, el aire... Cayó bien desde el primer día. Ha sido un triunfo (...) Nuestros pasodobles encajaron bien, los cuplés, con un buen estribillo, gustaron y el popurrí que era lo que más temí, encajó perfectamente, incluso llegó a ser interrumpido por los aplausos". Tal fue el éxito cosechado que la chirigota repitió el año siguiente y con los mismos componentes. Se llamaron "Curro Telera y su cuadrilla torera". No consiguieron un premio con los caperucitos, pero se ganaron el cariño de todos los gaditanos.
TRATAMIENTO INFORMATIVO. Resulta curioso viendo la prensa de la época el tratamiento informativo tan diferente que se le daba al carnaval de Cádiz y a sus agrupaciones. Ahora mismo sería impensable ver que Diario de Cádiz publicase un trozo de la presentación de alguna chirigota, nombrara el nombre de todos los pasodobles o desgranara musicalmente cuarteta por cuarteta el popurrí. Sin embargo, en 1982, pese a estar ya vigente la norma que impedía da a conocer el repertorio del concurso "para no dar pistas a los rivales", se pueden leer esas cosas en los periódicos del momento.
@manubarroso89
1982 fue el año de "Chochitos y Cotufas", "Los Naranjitos", Los taberneros del Puerto", "Viva la Pepa", "Rancho Grande", "Los pimpis de Cádiz", "Voces Negras", "Los Califas" o "Claveles", y allí que se fueron estos sevillanos sin nada que perder y mucho que ganar. "Estamos ilusionados, con ganas de dejar un buen sabor de boca en Cádiz, con el deseo de que al terminar la actuación digan "por aquí ha pasado una chirigota". Nuestra obsesión es participar, divertir, divertirnos y aprender, ganar experiencia. (...) El mejor premio será actuar en el Falla", así se manifestaba el autor de la chirigota, Salvador Fernández, en las páginas del ABC de Sevilla los días previos a su actuación.
El concurso de aquel año comenzó el 12 de febrero y se desarrolló hasta el 18, sólo seis días, algo impensable hoy en día en día. Las agrupaciones cantaban dos veces, y las mejores accedían a la final. A "Los Caperucitos enrollaos" les tocó cantar el primer día de concurso. Junto a ellos, también actuaron ese día el cuarteto del Peña, "Los Naranjitos" o "Los Pimpis de Cádiz". Después volvieron a cantar el día 15 y por la reacción del público al grito de "¡Qué bonito, qué bonito!" se vieron en la final (cosa que no se produjo al final). Estos gritos de júbilo hicieron que muchos de sus componentes lloraran sobre las tablas del Falla y que fuera esa la gran recompensa a tantos meses de trabajo. Ah, y la calle, donde cantaron sábado y domingo de carnaval y el fin de semana de Piñata.
Varios días después del final del concurso, y ya en frío, el autor volvía a ser entrevistado para valorar la participación de los caperucitos en el Falla y hablaba así: "Ha gustado mucho en Cádiz. Parecía que éramos de allí, el corte, el aire... Cayó bien desde el primer día. Ha sido un triunfo (...) Nuestros pasodobles encajaron bien, los cuplés, con un buen estribillo, gustaron y el popurrí que era lo que más temí, encajó perfectamente, incluso llegó a ser interrumpido por los aplausos". Tal fue el éxito cosechado que la chirigota repitió el año siguiente y con los mismos componentes. Se llamaron "Curro Telera y su cuadrilla torera". No consiguieron un premio con los caperucitos, pero se ganaron el cariño de todos los gaditanos.
TRATAMIENTO INFORMATIVO. Resulta curioso viendo la prensa de la época el tratamiento informativo tan diferente que se le daba al carnaval de Cádiz y a sus agrupaciones. Ahora mismo sería impensable ver que Diario de Cádiz publicase un trozo de la presentación de alguna chirigota, nombrara el nombre de todos los pasodobles o desgranara musicalmente cuarteta por cuarteta el popurrí. Sin embargo, en 1982, pese a estar ya vigente la norma que impedía da a conocer el repertorio del concurso "para no dar pistas a los rivales", se pueden leer esas cosas en los periódicos del momento.
@manubarroso89
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