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lunes, 9 de septiembre de 2013

Sevillanos tenían que ser... por @pastranet

Sevilla, quieran o no quieran, siempre ha sido una tierra hermana que nos adora y nos respeta. Siempre lo he sospechado, pero ahora os lo puedo asegurar. Los sevillanos, lo único que sienten por esta taza de plata es admiración por cada uno de sus rincones y sobre todo su soberana y carnavalesca fiesta mayor. 

Me parece treméndamente injusto el desdén con el que se les trata a veces sólo porque no son de Cádiz. Muchos critican que el Falla, el público del Falla, se ha llenado de sevillanos. Bueno, pues es cierto, hemos sufrido una invasión de Sevilla y alrededores... ¿Y qué?. Somos tan cutre que preferimos el teatro vacío, como  ocurría en los noventa, que sólo se llenaba cuando cantaba Martínez Ares. 


He tenido la desgracia de oir como miembros de agrupaciones increpaban a aficionados sevillanos que estaban dando una opinión con el denostado argumento: "¿Y qué carajo sabe, si tú no eres de aquí?. O sea, se pegan dos días en la cola, te llenan los festivales, van a la actuaciones donde tú cantas y ganas pasta, pero si tu comparsa no les gusta, que no opinen, que ellos no tienen ni puta idea porque la Viña les queda lejos. Extremadamente injusto. 

También hay quien les culpa de la falta de "Cai" en los repertorios, lo cual me parece una una gilipollez tamaño familiar. Si los autores hemos decidido hacer repertorios más abiertos y menos localistas no es culpa de ellos, sino nuestra. A mí nadie me ha llamado amenazándome con matarme si le hago un tango a la gaditana o un pasodoble a la Caleta, cada uno escribe lo que quiere. Yo particularmente me alegro de que mi fiesta se haya vuelto más internacional y que por fin las coplas tengan un mensaje más allá que el de meterse con la bicicleta de la Uchi. No voy a negar que se ha perdido lo que había antes, pero para volver a lo que había antes, la gente debería vestir como antes, peinarse como antes, hablar como antes y comer como antes. Los tiempos cambian, la gente cambia y el carnaval también. 

Que sí, que entre esos aficionados seguro que hay más de un tonto tuiteando, más de un fanático futbolero y más de un maestro liendre que te da lecciones de como tiene que ser la música del pasodoble, pero a mí esos gañanes no me van a amargar el buen sabor de boca que me deja un pueblo que, cada año, viene peregrinando a disfrutar y a paladear todas y cada una de nuestras coplas. Un pueblo que es nuestro fan número uno y que, al fin y al cabo, ponen en los altares e idolatra a gente que en su tierra son conocidos como "el chufla ese".

¡Viva Cádiz, y viva Sevilla, coño!

2 comentarios:

  1. Chapeau fali!! Un orgullo haberte tenido a ti y tu comparsa en nuestro pueblo el sabado!!

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