Alcalá y los 40 ladrones (y trovadores) por @alvaromera93

Iba yo tan alegremente a empezar mi artículo dedicado a la esperada reconciliación de Tino Tovar y el Canijo cuando esta mañana apareció, desafiante como uno de esos garbanzos de los cocktails de frutos secos, la gran noticia del estreno del espectáculo de Juan Carlos Aragón y Carapapas, el cual se sabía que iba a ser en conjunto y que, al menos su estreno, iba a ser en un teatro.

Hace unos días se dijo que las mismas agrupaciones habían pedido el Gran Teatro Falla para tal estreno y ante la negativa finalmente han decidido buscarse otro lugar cercano, de los alrededores, pa’ no liarla mucho… Alcalá de Guadaíra. Sí, porque al fin y al cabo sigue siendo una comparsa callejera y durante la semana de carnaval, callejeando callejeando, hasta Alcalá se tiene que llegar. Porque como dice el refrán “todos los caminos llegan a Alcalá” o también “más vale quedar once y tener contratos todas las semanas que quedar terceros y no cantar ni en la boda de tu hermana”, pero ese es otro tema.

Pero aquí no queda la cosa y es que el día del esperado estreno mundial casualmente (vaya por dios) coincide con el primer día de preliminares. Que no es culpa de las chiquillos, ojo, que por ellos no es lo de quitarle interés al primer día de concurso, que va, resulta que ha habido un lío de fechas, entre que el Bohórquez tenía cita en la peluquería, el Suso la catequesis, Javi el Carapapa risoterapia, los Trovis el casting para la cuarta película de Toy Story… Total un quebradero de cabeza tremendo para los representantes de ambos grupos que ha acabado hasta con Juan Carlos rompiendo a llorar “enmoresío” en mitad de una clase particular de filosofía para el Pellejo porque le dolía en el corazón tener que hacerle a los aficionados ese faenón.

Para anunciar y darle bombo a todo esto (ya que en Twitter no se ha hablado nada acerca del tema y nadie se ha enterado), Ladrones y Trovis han hecho un spot al más puro estilo “partido de los sábados a las 10 de la noche en laSexta” en el que enseñan un trozo de los pasodobles de los dos grupos… EEEEH, un momento (sonido de frenazo), me está viniendo un déjà vu de esos, (como lo de los jamones, déjà vu go) ¿esto no ha pasado ya antes? ¿El año pasado no se difundió también antes de tiempo parte del repertorio? Y en ese caso se denunció, ¿por qué… por… por qué…? En fin, dejémoslo.

Tocando brevemente el tema del trovismo, tengo que decir que me cuesta creer que los mismos autores que en su día sacaron “Napoleón, Pepe Botella y vámonos con ella” sean los mismos que los del show de Alcalá. A mí sinceramente me suena al capítulo de Los Simpsons en que los extraterrestres abducen a Bill Cinton y Bob Dole y se hacen pasar por ellos. Ya solo queda que alguien le quite las máscaras a los suplantadores y encontrar donde tienen encerrados a los que antaño se disfrazaron de los 7 enanitos de Blancanieves y de aquellos hijos del Lama.

Y todo este espectáculo sin parangón solo comparable al Circo del Sol (que no es el coro de Julio Pardo) por el módico precio de 19’80 euros la entrada (gastos de gestión incluidos), imagino que de ahí vendrá el nombre de “Los ladrones”, o no, no sé.

Y esto es todo, señores, el tema da para mucho más pero yo creo que después de todo lo que se ha hablado (más bien criticado) por las redes desde que saliera la noticia, poco queda ya por decir. Este artículo podría haber sido una agresiva crítica a la forma de cambiar el carnaval de los de siempre pero he preferido verlo del modo que pienso que hay que ver todo lo relacionado con la fiesta. ¿Que lo hacen por dinero? Puede ser. ¿Que “se están cargando el carnaval”? Es una opinión respetable, pero al fin y al cabo solo es eso: CAR-NA-VAL. ¿Por qué no dejamos de tomarnos esto como si fuera una cumbre internacional de la ONU o como si nos estuviera quitando de comer? A mí me duele lo que están haciendo con mi carnaval pero, a fin de cuentas, ¿qué son dos autores (que en realidad son tres, pero dos de ellos cuentan como uno, como Ramón y Cajal) comparados con las cientos de comparsas, chirigotas, coros, cuartetos, romanceros y demás agrupaciones de la fiesta de febrero que van a seguir siendo fieles a la tradición y ni van a cantar en salas privadas, ni van a vender peluches filtradores? Son nada. Una ínfima parte del carnaval.

Señores, vamos a disfrutar de esto. Vamos a disfrutar del carnaval del Falla, el de la ilusión del concurso, el de la humildad, el de la tolerancia, el del pueblo. Vamos a disfrutar de NUESTRO carnaval y que el que quiera monte su numerito independiente y se lucre acosta de sus fieles. De mí no van a ganar ni un euro, eso lo tengo claro.

Como he dicho, he decidido tratar este tema con la guasa que creo que debería tratarse, si te ha sacado una sonrisa me alegro y, si no te ha hecho gracia, luego no vayas a pagar a 20 euros para escuchar el cuplé del móvil de Catastrophic Magic Band.