¿Cuántas veces nos habrán
preguntado esto a nosotros, esos “gaditanos que nacen donde les da la gana”?
Pues, señoras y señores, toda esta, llámenle, afición, pasión, aunque yo
prefiero llamarla “modo de vida” tiene su origen. No conozco a ningún
carnavalero que, cuando le preguntas “¿y a ti por qué te gusta el Carnaval?” se
encoja de hombros, y te diga que no sabe, que simplemente llegó.
Yo, como carnavalero, también
tengo un momento guardado hondo en mi memoria, el cual me abrió las puertas a
este mundo de emociones, de alegrías y de sentimientos que es el Carnaval.
Como diría Juan Fernández, yo no
nací en el barrio de la Viña, ni siquiera en otro barrio gaditano, pero desde
que era tan solo un niño, escuchaba carnavales por la radio. Bueno, por la
radio no. Más bien por Canal Sur. Recuerdo que en mi casa se ha visto Carnaval
desde siempre. Nunca hemos sido aficionados, ni “jartibles” como se dice ahora,
pero sí que, en días de concurso, Canal Sur siempre estaba puesto en la TV. No
se vivía el Carnaval como algo de lo que entender, de lo que ser experto
sabiéndose las trayectorias de los integrantes de un grupo, de decir “po fulanito viene este año más flojo”. Simplemente, lo veíamos y nos reíamos con
las chirigotas fuesen de quien fuesen. Eso sí, cuando le tocaba cantar a un coro,
siempre se escuchaba un “ojú illo, ¿dónde está el mando?” (no imaginaba por
aquel entonces lo que me estaba perdiendo). Tengo vagos recuerdos de, con muy
poca edad, haber visto "Una chirigota con clase", "Los borrachos" o "Las marujas".
Dado que cuando se estrenaron esas chirigotas yo tendría unos dos o tres años,
siempre me he preguntado si esos recuerdos eran de reposiciones o si es que
tengo una memoria que ni Enrique Miranda, el wikifalla de Onda Cádiz.
Increíblemente, creo que es lo segundo…
Todo ocurría con normalidad hasta
febrero de 2006, teniendo yo 12 años, cuál fue mi sorpresa al ver una de esas
chirigotas la cual estaba formada por unos señores ya con cierta edad con sus
barbas y sus barrigas (que no eran unos niños vamos), vestidos de algo que a
mí, en plena edad complicada, me llamó bastante la atención. Esos señores iban
vestidos de pene. Eran "Los pichas de Cadi", la chirigota del Love.
“¿Y qué necesidad tienen esos
hombres tan mayores de salir a cantar delante de tanta gente vestidos de
pene?”, pensaba yo. Entonces me di cuenta que aquello era algo diferente. Pasé
de preguntarme eso a decir “¿y por qué no?” ¿Por qué no elegir una época del
año para desquitarse de la rutina diaria y ponerse frente a cientos de personas
con el único objetivo de pasar (y hacer pasar) un buen rato? Al día siguiente
llegué al colegio loco por preguntarle a la gente si había visto a "Los pichas";
ese día, con mi afición al Carnaval, también nació la marginación que a menudo
sufrimos los “jartibles” de fuera de Cádiz. Nadie sabía de lo que estaba
hablando.
Escogí un buen año para
aficionarme al Carnaval, además de "Los pichas", los cirujanos del Yuyu, "Los
aguafiestas" del Sheriff y la primera de las muchas chirigotas de Alvarado y
Vergara, que encima llegó a la final.
Pero mi amor definitivo por la
fiesta gaditana no llegó hasta 2009, mientras todo el mundo flipaba con "Los
enteraos", yo le echaba un ojo a unos que iban vestidos, nada más y nada menos,
que de las princesas de las películas de Disney que había visto durante toda la
vida. Otra vez el mismo de caso de un grupo de señores que lo mismo en su vida
diaria eran unos serios abogados o unos competentes ingenieros, pero que
durante un mes al año guardaban las corbatas o los monos de astilleros y se
convertían en Cenicienta, la Sirenita o Campanilla. Pero ahí no quedaba la
cosa, y es que esta gente, además de hacer reír, vestidos de princesitas, tenía
la poca vergüenza de cantarle a la droga, a la monarquía, a la prostitución y a
la guerra de Palestina. “Érase una vez, piensa y párate, a ver si este cuento
lo adivinas…” fue el primer pasodoble que me aprendí entero. Llegué a la
conclusión que un tío que se disfraza de la mujer de Shrek para cantarle las
cuarenta a la reina de España y a las Naciones Unidas merecía toda mi
admiración.
Casi cinco años después, aquello que
comenzó siendo algo con lo que reírme y pasar un buen rato acabó convirtiéndose
en lo que es hoy, una parte indispensable de mi vida, motivo de mis alegrías y
mis emociones.
Poco a poco fui descubriendo eso
que yo llamaba la “chirigota seria”, esa chirigota que no hacía gracia y que
cuando le tocaba cantar en el teatro, cambiaba de canal, la comparsa. Tampoco
imaginaba lo que iba a significar posteriormente para mí esa modalidad en la
que los integrantes de los grupos no se vestían de princesa ni cantaban
popurrís con las canciones del verano. Era otra cosa, era el vellito de punta
tratando temas que llegan al alma en forma de canción, la crítica más sagaz e
ingeniosa que puede hacerse, el mojarse cantando en un teatro sobre un tema que
da recelo hablar hasta en la calle, el inventarse un personaje, con su
idiosincrasia y su contexto, y crear sobre él un universo de sensaciones que
hacen que incluso nos metamos en su piel. Es esa lagrimita que cae cuando una
letra de verdad te ha tocado la fibra. Porque, ¿quién no ha se ha emocionado
nunca escuchando Carnaval? El que no se ha emocionado escuchando un pasodoble tiene
que ser más frío que el estribillo de "La ola".
Luego llegaron los coros y los
cuartetos (nunca podré olvidar ese taller de reparaciones del Morera).
Internet y las nuevas
tecnologías, cuya incursión en el Carnaval muchos han atacado alegando que
rompe con lo añejo, me han ayudado sobremanera a conocer la historia de la
fiesta, las agrupaciones históricas y documentos que, al no ser de Cádiz ni
tener tradición familiar, no podría nunca haber tenido acceso; pero ese tema,
el del Carnaval e Internet, probablemente trate en otra ocasión.
Y hasta aquí mi primer post para
Pito de Carnaval, no quería empezar aquí sin explicar el porqué de esta pasión que
me llena tanto. A partir de ahora, me podréis encontrar aquí, normalmente cada
miércoles, para dar mi punto de vista sobre alguna cuestión del Carnaval,
contar alguna cosilla o entrevistar a algún personaje del mundillo que se
preste siempre con tintes de guasa y buen humor cuando la ocasión lo requiera
(osea siempre, para qué engañarnos). Desde aquí dar las gracias a la gente que
hace posible esto, especialmente a Manu Barroso, por darme la oportunidad de
tener mi huequecito en este blog y gracias, como no, a ti que estás leyendo
esto y al que espero entretener con mis artículos semana tras semana.
Y es por eso que esta noche aquí
me presento pasando de historias. Y si con estas cosas a algún chufla le callo
la boca, vayan dejando pamplinas y prejuicios que aquí llega… “El cajonazo de
Rome”.
Leyendo este tipo de artículos me doy cada vez más cuenta, y cada vez estoy más seguro, que el carnaval sevillano no llegará a ningun lado. Si se siguen dando lugar en estos sitios a bloggers que sólo hablan de las agrupaciones gaditanas, y que piensan que la chirigota de Alvarado empezó con Esto es pa Verlo con las buenísimas chirigotas que ha llevado antes...
ResponderEliminarEl Carnaval de Sevilla se debe promocionar desde todas las perspectivas, y ésta debe ser una de ellas. En estos blogs, se debe hablar algo más de las agrupaciones de aquí. Luego no nos extrañemos que tengan que cerrar una peña porque cada vez que iba a colaborar una agrupación sevillana no iba ni el tato a tomarse allí una cerveza.
Al habla el autor:
EliminarQuise dedicar mi primer artículo a mis orígenes en el carnaval, y estos fueron viendo a chirigotas de Cádiz, ¿qué le hago si la primera chirigota que me gustó fueron Los pichas? ¿Miento y digo que fue la comparsa de Coria? Y evidentemente sé que Esto es pa verlo no fue la primera chirigota de Alvarado, me refería a la primera chirigota de la serie que han sacado después de dejar la comparsa, pero si no lo supiera, ¿tengo que ser menos carnavalero por no saber eso?
Aún así gracias por molestarte en leer mi artículo y sobretodo por escribir un comentario, bastante desafortunado a mi parecer pero bueno...
Un saludo
Bueno, realmente esa crítica va por todos. En nigún momento he hablado de que se sea más o menos carnavalero. He hablado de que es una pena que con la cantidad de bloggers que hay muy pocos por no decir casi ninguno hablen del carnaval sevillano y sus agrupaciones, hasta el punto de que la gran mayoría desconozca que Alvarado sacó muchas buenas chirigotas antes, y que el año de los miopes no venía de la modalidad de comparsas, si no que El Peaje, fué la única excepción a muchos años de chirigota.
EliminarDesde que el otro día Pito de Carnaval anunció que un nuevo blogger escribiría, y vi que eras joven, estudiante de periodismo y sevillano, tuve la cierta esperanza que pudiera haber alguien que escribiera dando más importancia a nuestro carnaval. Sólo era eso, una ilusión que al ver que no se materializaba, he querido dar mi opinión al respecto. Para nada es una crítica hacia ti. Me ha gustado mucho como has tratado todo el tema. La crítica va más hacia estas páginas, que dan tan poca importancia a lo nuestro.
Te doy la bienvenida en ese sentido, ya que hablando de uno u otro carnaval, suelo aprender mucho de lo que escribís. Espero seguir leyendote cada miercoles como dices. Y quien sabe, lo mismo, hasta me das un Zasca en toda la boca y si aprecias y valoras a las agrupaciones de aquí.
Aquí otro lector fijo de los miércoles. "A ver como te explico yo a ti que tú no me haces sufrir mi querídisimo idiota, y que para mí es un honor y me llena de ilusión que me llames chirigota seria."
ResponderEliminarTe voy a hacer un chapú, Chano
EliminarImagina siendo extremeño como explicar lo que sientes cuando suena las primeras notas de un tango, el pellizco de un pasodoble, la media lagrimilla que se escapa cuando sube el telón, como le explicas a alguien que asocias cada momento de tu vida a una copla, sea dulce o amargo, que sin nacer en la Viña, sin bañarte en la Caleta sientes a esa tierra como tuya, que durante el año esperas impaciente como vendran este año, que traerán, y el tipo? Crecí con las madrinas, los JuanCojones iba al colegio cantando "carnecita de gallina" o "me han dicho que el amarillo" y que sabrá "naide" lo que sentimps, y que carajo importa si es nuestra vida, magnífico artículo Rome, Saludos
ResponderEliminarManu Ortiz
Suena a tópico pero sí, "es difícil de explicar", yo leo mi artículo ahora y digo "pues no he dicho todo lo que tenía que decir", es muy complicado; muchas gracias Manu
EliminarMe a gustado tu bloc y yo empeze como tu a escuchar carnaval de Cadíz y mi primera agrupación que me cautivo fue la comparsa del brujo u desde entonces no he parado y tengo una hija con 14 años que es una enamorada de la comparsa es nuestra forma de vida el carnaval viva donde vivas a porcierto soy de sevilla
ResponderEliminarBueno yo quería darte la enhorabuena por todo lo que has escrito, porque aunque soy bastante más mayor que tú y encima "Valenciana", me he sentido muy identificada contigo en todo lo que has dicho.
ResponderEliminarYo también tengo que agradecer a internet y a Canal Sur todo lo que he aprendido y escuchado de carnaval, y también sueño y vivo todo el año pendiente de todos los grupos, y también se que soy un bicho raro a los ojos de la gente que me rodea, pero es tanta mi pasión y son tantos los buenos momentos que me hace pasar a lo largo del año esta afición, que no me importa nada lo que piensen los demás, yo como las locas a lo mio.
Gracias por tu participación y te seguire leyendo.
El viernes pasado al programa de radio del mismo nombre del blog llegó un pasodoble cantado también por un valenciano, no tenía ni idea que podía haber tanta gente allí que le gustase el Carnaval... Gracias a ti por leerme
EliminarVamos a ver señores....a to er que le gusta el carnaval no tiene ke ser gaditani(ni kiero serlo)ya que en mi pueblo tenemos mas arte pa eso y no despreciamos a nadie,ademas cuando en cadiz cortaron con la censura en mi pueblo habia CARNAVAL,ademas musho mas antiguo,asi ke a ver si se vajan un poco los humitos,que si en cadiz no se moviera tanto dinero en carnaval iba a salir el tato.Un saludo carnavaleros de donde quiera que seais,que no hace falta ser gaditano.
ResponderEliminar