Tópico suena eso de que en el carnaval se hacen amigos, pero
no quiero contar aquí un tópico, porque la amistad que a mí me regaló el tres
por cuatro es de todo menos tópica. Sí, es cierto que nació en entre ensayos y
letrillas pero ha sabido superar los problemas más adversos y las situaciones
más inimaginables. Ha sabido sacarme la fuerza aun cuando ni yo sabía que la
tenía, darme el abrazo sincero y las palabras mágicas: “illa, que no pasa nada,
“pa’lante””
Con el tiempo supe ver que, encima, es una gran persona y, sí,
artista. La he visto hacer cosas grandes con agrupaciones que no lo parecían, y
la he visto crecer en agrupaciones grandes. No se rinde nunca y aprender de
todo la hace todavía mejor. Humilde siempre, me ha enseñado, entre otra muchas
más cosas (y aquí parafraseo a alguna coplilla), que más vale tener un amigo
dispuesto a acompañarte al infierno que muchos de relleno. Yo no encontré a una
amiga, yo encontré a mi profe, por profesión lo es para muchos, pero para mí lo
es por otras miles de cosas.
Está a pocos días de pisar las tablas del Gran Teatro Falla
por segunda vez, y ya pasa los días con los nervios propios de quien sabe que
va a vivir algo grande. Y yo tendré la suerte de poder estar ahí, para decirle
esas palabras de aliento antes del escenario, para sentirme orgullosa cuando la
oiga cantar y para darle un abrazo de enhorabuena cuando baje de esas tablas.
Breve fue mi humilde paso por el carnaval, pero siempre le
estaré agradecida por el gran regalo que me hizo.
¡Suerte profe y a por todas!
Almudena González Caballero
No hay comentarios:
Publicar un comentario