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sábado, 12 de enero de 2013

La Magia del Falla

El Teatro Falla / mirandoalsur.blogspot.com
Faltan apenas 27 horas, o quizás un poco menos cuando lea usted, intrépido lector este artículo,  para que comience el COAC 2013, quizás uno de los más esperados de los últimos años por el nivelazo que se presupone que va a haber en todas las modalidades y por las buenas coplas que se van a cantar, sin que nada ni nadie se quede a salvo. Sin olvidar esto, quiero centrarme en este artículo en algo que rodea a todo esto, que es la magia del Falla, todo lo que envuelve al teatro gaditano, que hace que seamos capaces de disfrutar sólo con ver su fachada de duro ladrillo "colorao". 


La Magia del Falla nace en el gallinero, o para ser más puros, en Paraíso. De allí surgen los gritos más gamberros, más graciosos, más irreverentes, y los insultos con más "aje" cuando lo que hay en el escenario menosprecia a la fiesta de los gaditanos. Allí está la guasa del carnaval, allí está la que grita "La que estáis formando shiquillo", el que grita "Cai", allí está la salsa del concurso, allí está Cádiz, allí nace la Magia del Falla.

Esta magia es la que hace que los duendes mágicos que habitan en su interior cobren vida en un escenario y canten su repertorio; o la que hace que allí un buitre, un hombre del paleoítico, romanos, piratas, templarios, parias o condenaos puedan cantar. También es el lugar donde un circo puede ser llevado al carnaval o donde cobra vida la locura más carnavalesca de Tim Burton. ¿Y sabéis que es lo mejor de todo? Las caras que tenemos todos, mientras disfrutamos del espectáculo, que es la misma que ponemos cuando nos hacen un truco de magia delante nuestra. 

La Magia del Falla tiene una maga, que sentada en una butaca de un palco es capaz de dotar a cada sesión de un inconfundible olor a hierbabuena fresca. Tiene una maga que con una manta supera las noches frías de enero y febrero y el fresquíbiri que se cuela por un teatro centenario. Ole ole María, que no falte ningún día, y el que no diga ole, que no pise el Falla en su "via", ole, ole y ole. María la Hierbabuena, pasado y presente de un teatro que llorará como nunca el día que no oiga su célebre cántico. 

La Magia del Falla recorre cada pasillo e impregna a quien se encuentra por medio de una alegría que luego transmite en el teatro. Es la magia que hace que salten cánticos improvisados entre todos los asistentes. Recuerdo como en 2012, tras un pasodoble de "Se acabó el cuento" se cantó el himno de Andalucía o en 2008, durante la actuación en la final del coro "La Orquesta Cádiz" el público entonó el pasodoble de "Me han dicho que el amarillo". La Magia del Falla te libera de la vergüenza que día a día te pueda acompañar para sumarte a la fiesta y a acompañar por cantes, palmas o vítores las actuaciones de las agrupaciones.

Y la Magia del Falla te la va inculcando una ciudad que es mágica en su misma esencia, una ciudad en la que pese a todo la gracia y la risa es la que manda. Una ciudad que cuando traspasas Puerta Tierra te manda un saludo claro: las penas fueras, aquí alegría. Y eso lo llevas hasta un teatro "viejo", con una magia terrible que te acaba sacando lo mejor de ti. Que eso no se pierda. 

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